dimarts, 15 d’octubre del 2013

Teoría del juego: Sigmund Freud


INTRODUCCIÓN
El juego constituye una forma genuina y privilegiada de expresión en los niños, que ha sido investigada desde múltiples enfoques y disciplinas. Desde el psicoanálisis ha sido objeto de diversos estudios, tanto por su importancia en la vida anímica de los niños, como por su relevancia en el contexto de la psicoterapia psicoanalítica.

El juego es una actividad ligada al ser humano desde su nacimiento, es tan antiguo como la vida misma. El niño tiende a jugar prácticamente sin estímulo alguno, lo cual ha hecho plantearse desde hace dos siglos, cuál es el origen de ese deseo o necesidad. Existen teorías muy diversas, que van desde las relacionadas a lo físico, a las partidarias de un origen psíquico, y pasando por las de corte sociocultural.
Las teorías sobre el origen del juego son múltiples, según se dé más preponderancia a uno u otro aspecto. La realidad es, posiblemente, que todos los factores que en ellas se relatan pueden tener alguna influencia en mayor o menor medida en el origen del juego.
De las más complejas y basadas sobre todo en los escritos de Freud, establecen que el juego produce una catarsis liberadora de emociones reprimidas, dejando al individuo en condiciones de poder expresarse libremente. El juego es un medio de expresar impulsos sociales no aceptados.
Para Freud, a través del juego el niño consigue dominar los acontecimientos, pasando de una actitud pasiva a intentar controlar la realidad. Al igual que sucede en el sueño, el juego manifiesta fundamentalmente dos procesos: la realización de deseos inconscientes reprimidos y la angustia que producen las experiencias de la vida misma. El juego es para el niño un instrumento mediante el cual logra dominar ciertos acontecimientos que en su día fueron angustiosos para él.






 BIOGRAFÍA
Sigmund Freud, que, a los veintidós años, habría de cambiar ese nombre por el de Sigmund, nació en Freiberg, en la antigua Moravia (hoy Príbor, Republica Checa), el 6 de mayo de 1856. En su edad madura, Freud hubo de comentar que la impresión que le causó esta situación familiar un tanto enredada tuvo como consecuencia la de despertar su curiosidad y aguzar su inteligencia.
En 1859, la crisis económica dio al traste con el comercio paterno y al año siguiente la familia se trasladó a Viena, Freud detestó siempre la ciudad, (y más tarde se vio obligado a exiliarse a Londres dada su condición de judío -sus obras habían sido quemadas en Berlín en 1933-.
En 1873, finalizó sus estudios secundarios con excelentes calificaciones. Después de considerar la posibilidad de cursar los estudios de derecho, se decidió por la medicina, aunque no con el deseo de ejercerla, sino movido por una cierta intención de estudiar la fisiología. A mitad de la carrera, tomó la determinación de dedicarse a la investigación biológica.
En 1882 conoció a Martha Bernays, su futura esposa. El deseo de contraer matrimonio, sus escasos recursos económicos y las pocas perspectivas de mejorar su situación de trabajo, hicieron que desistiese de su carrera de investigador y decidiera ganarse la vida como médico.
Trabajó como residente en diversos departamentos del Hospital General de Viena, decidiendo especializarse en neuropatología. En 1885, se le nombró Privatdozent (profesor) de la Facultad de Medicina de Viena, en donde enseñó a lo largo de toda su carrera, neuropatología y  psicoanálisis.
La obtención de una beca para un viaje de estudios le llevó a París, en donde trabajó durante cuatro meses y medio en el servicio de neurología de la Salpêtrière. Bajo la dirección del más importante neurólogo francés en aquellos tiempos. De regreso a Viena, contrajo matrimonio en septiembre de 1886, En los diez años siguientes a la boda, el matrimonio tuvo seis hijos entre ellos A. Freud, psiquiatra de reconocido prestigio, sobre todo en el campo de psicoanálisis infantil.
Entre 1880 y 1882, Breuer había tratado un caso de histeria, En 1886, luego de haber comprobado en París la operatividad de la hipnosis, Freud obligó a Breuer a hablarle de nuevo del caso y, venciendo su resistencia inicial, a consentir en la elaboración conjunta de un libro sobre la histeria. Durante la gestación de esta obra, aparecida en 1895, Freud desarrolló sus primeras ideas sobre el psicoanálisis.
En 1896, luego de romper con Breuer, Freud empezó a transformar la metodología terapéutica que aquél había calificado de «catarsis», basada en la hipnosis, en lo que él mismo denominó el método de «libre asociación». Trabajando solo, víctima del desprecio de los demás médicos, el tratamiento de sus pacientes le llevó a forjar los elementos esenciales de los conceptos psicoanalíticos de «inconsciente», «represión» y 'transferencia'. En 1899, apareció su famosa La interpretación de los sueños, aunque con fecha de edición de 1900, y en 1905 se publicó Tres contribuciones a la teoría sexual, la segunda en importancia de sus obras. Estos dos fueron los únicos libros que Sigmund Freud revisó puntualmente en cada una de sus sucesivas ediciones.
Hasta 1905, y aunque por esas fechas sus teorías habían franqueado ya definitivamente el umbral de los comienzos y se hallaban sólidamente establecidas, contó con escasos discípulos. Pero en 1906 empezó a atraer más seguidores; el circulo de los que, ya desde 1902, se reunían algunas noches en su casa con el propósito de orientarse en el campo de la investigación psicoanalítica, fue ampliado y cambió, incluso, varias veces de composición, consolidándose así una sociedad psicoanalítica que, en la primavera de 1908, por invitación de Karl Gustav Jung, celebró en Salzburgo el Primer Congreso Psicoanalítico. Al año siguiente, Freud y Jung viajaron a Estados Unidos, invitados a pronunciar una serie de conferencias en la Universidad Clark de Worcester, Massachusetts, comprobando con sorpresa el entusiasmo allí suscitado por el pensamiento freudiano mucho antes que en Europa. En 1910 se fundó en Nuremberg la Sociedad Internacional de Psicoanálisis, año en que se vio obligado a dimitir, como corolario de la ruptura fallada por el mismo Freud en 1913, al declarar improcedente la ampliación jungiana del concepto de «líbido» más allá de su significación estrictamente sexual. En 1916 publicó: Introducción al psicoanálisis.

En 1923, le fue diagnosticado un cáncer de mandíbula y hubo de someterse a la primera de una serie de intervenciones. Desde entonces y hasta su muerte en Londres el 23 de septiembre de 1939, estuvo siempre enfermo, aunque no decayó su enérgica actividad. Sus grandes contribuciones al diagnóstico del estado de nuestra cultura datan de ese período (El porvenir de una ilusión [1927], El malestar en la cultura [1930], Moisés y el monoteísmo [1939]). Ya con anterioridad, a través de obras entre las que destaca Tótem y tabú (1913), inspirada en el evolucionismo biológico de Darwin y el evolucionismo social de Frazer, había dado testimonio de hasta qué punto consideró que la importancia primordial del psicoanálisis, más allá de una eficacia terapéutica que siempre juzgó restringida, residía en su condición de instrumento para investigar los factores determinantes en el pensamiento y el comportamiento de los hombres.

TEORÍAS DEL JUEGO
Freud considera el juego como medio para expresar las necesidades y satisfacerlas, liberando emociones reprimidas, done el niño/a puede expresarse libremente.
El juego es un medio de expresar impulsos sociales no aceptados.
Freud vinculo el juego a la expresión de instintos, más concretamente, al instinto del placer. Para Freud sueño y juego simbólico permiten un proceso de realización de deseos insatisfechos y estos símbolos lúdicos proporcionan una oportunidad de expresión a la sexualidad infantil, similar a lo que el sueño le proporciona al adulto.
Freud se vio obligado a modificar su teoría y reconoció, que en el juego actúan también las experiencias reales no solo las proyecciones del inconsciente y la realización de deseos. La presencia repetitiva de aquellas experiencias que habían sido desagradables o traumáticas requería de otro principio que el del placer.
Las experiencias desagradables en la situación lúdica, los acontecimientos no le dominan si no que son dominados. De espectador pasivo, el niño/a se convierte en actor y representa sus aspectos negativos, traumáticos.
Las teorías psicoanalíticas suponen, en líneas muy generales, teorías de las emociones profundas por lo que sus hipótesis y explicaciones resultan muy complejas. Podríamos decir que a lo largo de la infancia ciertos deseos son reprimidos durante el proceso socializador y los psicoanalistas consideran el juego como una de las maneras de dar salida a los citados deseos reprimidos.

OBSERVACIONES
El padre del psicoanálisis al observar a un niño de año y medio en una situación de juego, se dio cuenta de que manifestaba experiencias repetitivas que habían sido desagradables o traumáticas para él.
En el juego, el niño logra dominar los acontecimientos por los que pasa de ser un espectador pasivo a un actor que intenta controlar la realidad. Cuando un  profesor pregunta en clase a un alumno y este no sabe contestar, produciéndole esto una sensación de ansiedad, es muy probable que dicho niño convierta el contenido de la situación en el juego.
La explicación es bien sencilla: el niño disfruta viendo sufrir a un amigo por la misma experiencia que el niño en la realidad. De esta manera consigue dominar “la violenta impresión experimentada más completamente de lo que fue posible al recibirla”.
Estas características del juego suponen un excelente instrumento a la hora de diagnosticar y llevar a cabo una terapia de los conflictos infantiles. Al igual que sucede con el sueño (fusión de la vida psíquica social), el juego manifiesta fundamentalmente  dos procesos:
Uno, la realización de deseos inconscientes reprimidos cuyo origen está en la propia sexualidad infantil, y dos: la angustia que producen las experiencias de la vida misma.
Por tanto, mediante el juego el niño logra revivir experiencias angustiosas que hacen que se adapte mejor a la realidad porque consigue dominar aquellos acontecimientos que en su día lo dominaron a él.
En definitiva, podríamos considerar al juego como catarsis, ya que trata de resolver o dominar las situaciones dificultosas con las que el niño se va encontrando en el día a día. Esta manera de enfocar el juego despierta un gran interés entre los psiquiatras y los psicólogos clínicos.


CONCLUSIÓN
Freud comienza vinculando el juego a la expresión de los instintos, sobre todo el de placer.
Más adelante modifica su teoría y lo explica desde las experiencias reales, principalmente desde aquellas desagradables o traumáticas.
Más adelante modifica su teoría y lo explica desde las experiencias reales, principalmente desde aquellas desagradables o traumáticas.
Como los sueño, el juego infantil es expresión de otros procesos a los que no tenemos acceso.
La existencia de tal diversidad de teorías sobre el origen del juego indica claramente la complejidad del objeto de estudio, así como la repercusión que el juego ha tenido, tiene y tendrá en el futuro en las diferentes esferas de la actividad humana.
El juego revela en el hombre una manifestación de libertad. La conducta lúdica es la que permite al hombre expresar libremente su personalidad, por más que tenga que estar sujeto a una serie de normas, las cuales en ningún modo cortan dicha libertad. El individuo, al abandonarse a la realización de una actividad placentera, olvida sus tensiones y exterioriza su más profundo sentir y, en definitiva, su modo de ser, sus emociones y sentimientos más ocultos.
En el caso de los niños y niñas es una manera de poder ver aquello que por palabras les seria difícil expresar, y a través del juego si sabemos ser buenos observadores podremos el estado anímico de los más pequeños.
Hay todo un mundo por descubrir con la simple observación, algo que antes nos parecía un simple juego, ahora por nuestra parte será visto con otros ojos.
La importancia que tiene Sigmund Freud para la psicología es innegable aunque en muchas partes no es muy reconocido como en España. 

Se trata del padre del psicoanálisis y son pocos los procesos psicológicos que no ha tratado, tiene su aportación a la psicología clínica, a la del desarrollo, tiene aportaciones sobre el sueño, explicaciones de la mente y conductas humanas... de las cuales se puede estar de acuerdo o no, pero son existentes, y como tal han tenido influencia en psicólogos posteriores, por partir de sus textos o por enfrentarse a ellos para llegar a nuevas conclusiones a una evolución de la psicología. 

Aunque en España no sea demasiado reconocido,  cuenta con seguidores, el psicoanálisis es una corriente con total importancia para muchos teóricos y terapeutas al nivel mundial.
A nivel personal nos parecen muy interesantes las aportaciones de Freud, ya que compartimos la idea de que en la edad adulta se reflejan muchos aspectos de la infancia y también pensamos que el niño utiliza el juego como un instrumento de terapia de los conflictos.
 

4 comentaris: